sábado, 23 de junio de 2007
Supongamos que Maeso somos todos.-
Un anestesista español, en la Sanidad Publica trabaja setenta horas semanales, si hace una guardia de presencia física cada seis días. Echen cuentas. Estas horas son “obligatorias”, por mas que la Directiva Europea o el Estatuto Marco digan lo contrario, ya que las distintas administraciones regionales han encontrado un sistema, sarcástico, para contar las horas a su albedrío, por encima de la aritmética y del sentido común, un ábaco particular que no permite contabilizar el trabajo semanal por encima de las cuarenta y ocho horas, tope legal.Si a estas setenta horas sumamos las que realiza en la sanidad privada, uno de cada tres anestesistas, y que estas, horas tan reales como las anteriores, no tienen limite alguno, nos encontramos con jornadas semanales por encima y más allá, de las cien horas.Prolonguemos esta situación durante diez, veinte, treinta años, y añadámosle una pizca del conservante, de la especia que ustedes prefieran: alcohol, depresión, agotamiento, adicción al Ibex o dependencia de la hipoteca superlativa. Cualquier síntoma de nuestra sociedad contemporánea y… sirvamos el plato en la mesa.Dos mil años de condena. Condena tan virtual para un anciano enfermo como virtual es una sociedad que tiene semejante caldo de cultivo, y luego se asusta ante cualquier amago de crecimiento bacteriano. ¿Estamos locos?.
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