Me acusareis de mentir más que un político, de prometer en
falso, de esas promesas que solo pueden hacerse impunemente a los niños de tan
escasa edad que luego no recuerdan, u olvidan. Quizás sucede que están tan
preparados para lo que se les viene encima, que prefieren olvidar esas
mentirijillas, siempre que se las digamos con los ojos enternecidos de cariño,
porque eso seguro que lo entienden y lo integran para siempre.
Os prometo en la cubierta unas canciones de los descansos que
luego se han ido ausentando poco a poco hasta desaparecer prácticamente de la
selección final, y como el alcalde de Villa del Rio, ya sabéis que os debo una
explicación. Coplas y coplas, a veces extraídas de películas de coplas, y eso
que entonces no había discos recopilatorios con bandas sonoras de, y eso que
algunas películas eran solo la precuela del Lp que podría haberse hecho
poniendo las canciones en fila.
Recuerdo ir contando las de Marisol, o
Joselito, en sus películas, y hasta que no llegaban a la numero doce, no
paraban los tíos, el guion no importaba tanto, eran pinceladas sinópticas,
manchones lacrimógenos que necesitaban poca o ninguna elaboración, un par de
graciosos en el reparto y el artista, el cantante, que con sus coplas eran el
reclamo para el espectador.
Hasta alguna de Lolita Garrido, de Luis Lucena y de Pepe
Blanco, os tenía preparada, pero luego me he ido distrayendo con los argumentos
neorrealistas, y por tanto generalmente tristísimos, de las películas, y he
preferido añadir otras especias tropicales y estimulantes que, puede que
traicionen la idea original.
Supongo que irán cayendo en entregas inmediatas, y
como el próximo año las promesas las van a hacer otros - se han adelantado, los listos - pues eso, nosotros a lo
nuestro, al jotril que diría mi madre cuando nos veía encaminarnos hacia el
guateque, precursor inigualable de los botellones actuales, cuya evolución
negativa desde aquellos años, degeneración absoluta más bien, solo puede
confirmar lo que ya intuíamos desde hace tiempo, que como entonces… eso.
Si, si, jotril figura en cualquier diccionario extremeño, no
lo busquéis en esos elaborados por figurones que cobran por sentarse y no
hacerlo: y significa lógicamente ajetreo. Riqueza lingüística que se perderá
como las lágrimas bajo la lluvia, y lo que es peor, será sustituida por
bisutería de tres al cuarto, de juguetes
como esos que se rompen ya en el camino de vuelta de la feria. Snif.
Hay otra cuestión que no quiero, ni puedo, dejar a oscuras.
Por más que sea un asunto tabú que algunos consideren de mal fario, o
absolutamente prescindible, mayormente los que disponen de vida eterna, y esto
de que vaya escapándose a los demás de entre las manos, sea ciertamente una
bagatela. Pero una bagatela cierta, segura, que no podemos olvidar.
Se van
marchando de nuestro lado, al menos del mío, personas, chicos que crecieron
junto a mí, junto a nosotros, y solo por el recuerdo de compartir esos momentos
mágicos, ya me siento obligado a manifestar mi agradecimiento hacia su
compañía. A ellos, a todos, los panegíricos, ya no les sirven de nada, pero a
nosotros si nos reconforta el recordar su cariño. Y fueron cariñosos los
jodidos, los tres que han partido en el último año, dos vitorianos, el Cestero
y el Puntica, y un Nazario. Aunque ya los dimos por perdidos desde el momento
en que el tiempo transcurrido nos vuelve irreconocibles al mirarnos a la cara cuando
los caminos han sido tan divergentes, y a veces de un solo sentido, y cuando
las heridas inevitables que van cuarteando los rostros, eliminan la dulzura, la
generosidad, y la protectora presencia del antaño colega, del camarada
infantil.
Llevo meses echándolos de menos, y ya sé que ese es mi
problema, que la naturaleza con su proverbial sabiduría hace lo correcto al ir
eliminando nombres de la lista, y que para los que quedamos no tiene ningún
consuelo, ni siquiera el de los tontos, el aspirar a ser el último ,
cuando a mi lo único que me hace ilusión es tener la lista completa, a pesar de
no poder pasarla todas las mañanas, ni siquiera todos los años. Ya me gustaría.
La verdad es que desde que uno ha dejado de ser asiduo del miércoles de ceniza,
ha olvidado muchas cosas - la vida frenética y el deber obsesivo son los
culpables - olvidado que las lámparas se
funden, y que lo hacen para siempre, aunque ahora las Led, dicen que diez,
veinte mil horas garantizadas de luz. He calculado la duración prevista de la
que acabo de poner en el baño, considerando los minutos que se enciende al dia,
y tres vidas mías. Algo realmente estúpido, el pensar que si duramos menos que
una bombilla, nos tomemos tantas molestias para distraernos de lo principal, nos
hagamos tan dificil, el justificar lo injustificable. Amigos míos, que lástima
no haberos dado un abrazo cuando estuve en condiciones de.
Que conste que llevo dos años, retirando in extremis, las
sevillanas del adiós, esa de que algo se muere en el alma, y total para nada.
Mejor no pensarlo.
Ya veis adonde nos llevan dos o tres minutos de música
intrascendente, de esos ruidos sin duda molestos para otra generación que no fuera
la nuestra, y el como la ausencia de posibilidad alguna de aprender música seria,
en un lugar maravilloso donde solamente el acordeón de Fortunato amenizaba los tímpanos,
y solo en raras ocasiones, los momentos de la vida en que la melodía y el ritmo
se hacían imprescindibles para seguir adelante supongo.
Gracias al adelanto de los
altavoces y el amplificador, pudimos si
no enriquecer, al menos amenizar nuestros mejores años, y ahora disponer de
algunas píldoras que tan bien nos vienen para hacer que la sangre circule
alegre hacia el corazón, porque lo del cerebro ya lo tiene más difícil.
El fafiro o fáfiro, también nos pudo haber iniciado en el
ejercicio musical, en el caso de que hubiese existido en realidad y a nuestro
alcance; no solo como el mitológico y virtual instrumento, del que hablábamos
sin haberlo visto jamás. Supongo que, con la seguridad que prestan los
recuerdos de la marchita imaginación infantil, lo ubicamos en la sección de
instrumentos de viento, y allí debe permanecer todavía.
Omega tres para neutralizar la grasa mala –de los
michelines- tamsulosina para aliviar las
próstatas de ellos y calcio para las osteoporosis de ellas, que de toda esa
mandanga tenemos en el club del jubilado (Todavía no, Kurosawa), perdón, el
hogar de, y por eso debemos resistirnos, agarrarnos con todas nuestras fuerzas
a estas tiernas melodias juveniles, que es lo que en el fondo, y en la forma,
nos corresponde.
Sic transit gloria mundi.
Y el corrector ortográfico ha escrito transistor en lugar de transit, recordándome donde estamos, o estábamos, antes del circuito integrado y de la posibilidad de pasar esos recuerdos a estas páginas y a la música que los va a seguir acunando.
Estábamos en el cine, a punto de contemplar la película, del
héroe en blanco y negro que, probablemente vimos todos juntos en más de una
ocasión, y ahora, como antes (1), esperando que llegue el descanso, para intercambiar
pipas e impresiones, y para escuchar las canciones del 2015, “La Banda Sonora
de los Descansos”.
(1).- Como antes:
(Tony Dallara)
https://www.youtube.com/watch?v=zUhZD1--kNA
https://www.youtube.com/watch?v=zUhZD1--kNA
Come prima più di prima t'amerò,
per la mia vita, la mia vita ti darò,
per la mia vita, la mia vita ti darò,
Il mio mondo,
tutto il mondo sei per me,
e nessuna voglio bene come a te,
ogni giorno ogni istante dolcemente ti dirò
come prima più di prima
t'amerò, t'amerò...
tutto il mondo sei per me,
e nessuna voglio bene come a te,
ogni giorno ogni istante dolcemente ti dirò
come prima più di prima
t'amerò, t'amerò...
Y las carátulas......
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