"El Geco" Rafael Sánchez Ferlosio

El geco es la salamanquesa, tan repulsiva como inofensiva, tan repugnante como utilisima para librarnos de los indeseables mosquitos. De estos no hacen panegírico ninguno los tres mosqueteros. Al tiempo.
"Caligula" Albert Camus
Conclusión segunda: No existe la
función teatral fuera de la capital del reino, y aún así...
Conclusión tercera: Caligula no es ni
era solamente un emperador romano, ni un loco. Es, y son, todos y
cada uno de los gobernantes que abusan de ello, no solo con la
crueldad inherente a su rango, siempre justificada por la búsqueda
del bien común, sino también con el esperpento de nombrar cónsul o
ministro a su caballo favorito, Incluso a toda la cabaña equina de
su extensa cuadra. Aviados estamos.
"Ardenas 1944" Antony Beevor

Hemingway sale varias veces en
esta monografía de hazañas bélicas, confirmando su impostura.
A Montgomery no lo conocíamos tan inepto, sin duda los tebeos nos dieron una imagen distorsionada del mariscal.
A Montgomery no lo conocíamos tan inepto, sin duda los tebeos nos dieron una imagen distorsionada del mariscal.

Más curiosa
todavía su estancia como héroe de guerra entre nosotros, hasta su
fallecimiento en Madrid en 1975, protegido y admirado por los
autarcas, patrocinando grupos políticos de ultra-derecha, ayudando a
huir a criminales de guerra, y auspiciando una tercera guerra mundial
que derrotaría al comunismo, cosa que, afortunadamente, no llegó a ser
necesaria. Además de convertirse en pionero del turismo alemán de
sol y playa balear, en una iniciativa mucho más exitosa que otras de
la suyas.
Un figura, de quien hay tanto escrito, real o ficticio,
que daría para una película, una serie completa, o quizás para
tirar de un montón de hilos que nos descubran aquello de: Quienes
somos, de donde venimos, etc.
"Imperiofobia y leyenda negra" Maria
Elvira Roca Barea

Obra titánica y recomendable sobre la
historia del imperio español, que nunca existió salvo para los
nostálgicos de los tebeos de “Vidas ejemplares”, que tampoco.
Al parecer esta exhaustiva revisión,
que lo es, de cuando fuimos ricos y poderosos por aquello de que
nunca se ponía el sol en la parcela, se centra obsesivamente en
otras leyendas complementarias y especulares, imprescindibles para
la génesis de la presunta historia de aquí, o al menos en la falsa
atribución de errores a los gobernantes patrios en aquellos tiempos.
Leyendas que son habilemente desmontadas por la autora. A saber:
1.- Y tu más. Desde la quema de
brujas o las condenas a cosas feas por parte del santo oficio,
siempre queda demostrado que ellos más, muchísimas mas brujas y
herejes sacrificados religiosamente. Si aquí doscientos, allí diez
mil. No hay color. Y eso sin nombrar la doctrina Parot.
2.- Los enemigos de España han
sido por este orden: La Reforma – Lutero un horror-,
La Ilustración -Voltaire un don nadie- y La
Propaganda, que siempre ha funcionado demoledoramente en nuestra
contra, por mera envidia. Esto se puede constatar en el asunto de La
Armada Invencible, de la que realmente se perdieron poquísimos barcos,
casi todos de transporte y extranjeros además, franceses o
flamencos. Sin tener noticias apenas de las dos contra armadas
vencibles, inglesas ellas, que sucumbieron malamente, millares de
marinos muertos de hambre (sic) o hundidos en su intento de
conquistar Lisboa, las Azores, o Cartagena, donde el “Medio Hombre”
Lezo, al que faltaban una pierna, un brazo y un ojo al menos,
hizo añicos -así escriben en los comic- a la escuadra inglesa.
La crónica inversa de lo que siempre
nos han contado.
Y 3.- No ha habido conquistadores ni
colonizadores tan benéficos como los propios. No hay más que ver la situación de
Sudamérica, mal llamada latinoamérica por la propaganda interesada,
o la de África, y su comparación con la Norteamérica infiel.
(Infiel
adj.
y s.
Dícese,
en New York, del que no cree en la religión cristiana; en
Constantinopla, del que cree.
Según Bierce).
Francia,
al parecer, no ha tenido más que fracasos en este terreno, y de ello les
queda la picazón, el mal carácter.

Su
particular división entre buenos y malos, otorga la bondad celestial
a la religión de sus mayores, y realmente podría haber sido de otra
manera, siendo heredera la autora de altos cargos de la
francmasoneria nacional, en la que tanto la política, como la
religión y las “mujeres” han sido ignoradas preceptivamente.
Incoherencias inconexas que deslucen el voluminoso acopio de textos
sobre un tema tan innecesario. Salvo que pretendamos
responsabilizarnos eternamente de los errores de Adán,
Cain,
o Viriato.
Y seguir ignorando los errores presentes y los del inmediato mañana.
P.D.-
Otra
cosa que he aprendido en el ensayo es que soy semítico. Somos
todos semíticos, y así nos va.
Todos los dias se aprende algo.
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