Afortunadamente, en la intemperie me entró el mono, la necesidad de leer a alguien, sublime alma gemela, semidiós del pensamiento y domador de vocablos, “El más grande escritor vivo en lengua castellana”.
Hideputa el artista que compuso la bufanda o faja del libro con semejante
desvario. Lo de “El más”, ya resultará irritante para el
lector y abominable para un escritor acérrimo luchador frente a la estupidez
hecha verbo, lo de “vivo”, se presta a especular cual va a ser la situación de
Rafael en el olimpolarío, y el adjetivo “castellano”, no deja lugar para los
forasteros. Esa exclusión de lo ajeno, en el fondo beneficiará a Ferlosio,
aunque quizás la grandeza ya no resulte tan superlativa, e incluso tenga que
figurar en alguna división menor, la de los agotados, o lo que puede ser
ominoso, la de los libros que te regalan al suscribirte a algún paquete
audiovisual o a cierto dominical agonizante.
En todo
caso, seguro que al escritor el asunto le trae al pairo, y solo el enunciado
implícito, el "todavía vivo" seguramente turbará su apacible y
merecido descanso y le hará añorar la edad en que uno puede desabrocharse el
cinturón, sin temor a que los pantalones se vengan abajo y liarse a hebillazos
con los mercaderes indignos del templo de la sabiduría.
Todavía
vives Rafa, y ya están vendiendo , y apostando, tu túnica postrera, la de
estameña parda.
Se supone que una vez muerto, nuestro nonagenario autor, no
valdrá un comino, según sus publicistas, y estoy hablando de una de las fuentes
del Nilo literario personal de quien esto escribe, de Sánchez Ferlosio,
el hermano de Chicho para entendernos. Y si, las otras fuentes son Benet y Pla,
aunque me consta que ciertas aguas menores de Camús siguen regando este páramo
cuando el gran rio sufre estiaje.
Sucede con esta buena gente que, te abren el apetito, te
muestran una carta pletórica de delicadezas gastronómicas a las que unicamente
la templanza te induce a forzar el aplazamiento en la degustación de ciertos
platos para visitas sucesivas.
Así, comienza con Cervantes, ese señor manco cuyos huesos
perdidos están dando de comer a mas de cuatro, y su faceta filosófica, la de
moralista ya la conociamos. Una cita suya me viene reconfortando o
apesadumbrando, que ya no sé, a lo largo del verano.
Dice algo así como: “Toda etica de ahora fue la estética de
ayer”, y pienso lo que realmente me está diciendo, que toda la estética de hoy,
el mal gusto y el abandono populares, se va a transformar inevitablemente en la
ética de mañana, en usos y costumbres, en tradiciones milenarias que van a
justificar, a seguir justificando el latrocinio, y el deguello (este teclado no
tiene diéresis, primara confirmación del aforismo cervantino).
Y solo es el comienzo, Ferlosio, sigue a continuación con Juan de Mairena, me
induce a sumergirme en ese Antonio Machado, para recordarme, que permanece
inédito y oculto casi, desde el momento en que ciertos inefables del régimen lo
tomaron como estandarte y llenaron su panoplia con frases fuera de contexto del
bueno de D. Antonio. Otra adicción más para un servidor, y van...
Hube de acudir a las librerías, o lo que queda de ellas,
para conseguir el “Campo de retamas”, y perdermer entre esos aforismos,
pecios maravillosos que salen a la superficie iluminando el espíritu y alejando
la tristeza de quien necesita esa pócima del buen hacer y mejor pensar, de ese
Montaigne extremeño, por mas que presuma de romano que, pienso es uno de los
grandes desconocidos de nuestra cultura, y que ni siquiera la impostura de
Cercas, otro grande, de colocar en los inmerecidos altares del heroísmo al papá
de Rafael, en su “Soldados de Salamina”, pudo sacar a relucir ante el gran
público (los del necio vulgo de antes) una figura como la de este hombre. Snif.
P.D.-
Vicisitudes molestas e interminables, las que ha sufrido el escritor librepensador ante el acoso de del poder imperial, necesitado de incorporar a su imágen de cultura y progreso alguna figura indiscutible del intelecto patrio, figura diferente de los cantajingles catamañanas, que tantas tardes preelectorales han fomentado su caché a expensas de la deuda pública, sea municipal, sea autonómica.
Al final, previvisible, lo han dejado por imposile, tolerando e incluso pagando por su opinión independiente e imperturbable. Y es que, como dice en algún pecio:
"Tienes que cuidar y mimar tus ideas hasta llegar a los sesenta. Por encima de esa edad va a ser el unico patrimonio que te acompañe hasta el fin de tus dias".
P.D.(2).-
Las retamas, aparte de obsequiarnos con espectaculares flores amarillas en tiempo de, y por tanto suministrar nectar a las abejas sin las cuales no, son llamadas en el pueblo de Rafael, y tambien en el mio, escobas. Esa ha sido su utilidad durante siglos, una pequeña gavilla de sus tallos secos, anudada con cuerdas y ligeramente despuntada en su extremo, ha constituido de manera natural, el unico instrumento para barrer la suciedad.
Obviamente eran otros tiempos, y otras alegorías.
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