viernes, 3 de mayo de 2019

BAKUNIN SUBIÓ A LOS CIELOS.- (SUCEDE EN TODAS LAS RELIGIONES).-



Los idus de mayo
El flashback y el porvenir ciego, el que tienes frente a tus ojos abiertos mientras tu cerebro se niega a aceptar cualquier realidad diferente a la que lleva forjando durante toda la vida.
Nunca nos contaron si Adán lo vio venir con antelación, si al menos tuvo algún amago de sospecha sobre lo que podía llegar a sucederle, o si bien resultó ciertamente sorpresivo, el juicio y la condena en acto único e instantáneo, un instante incomprensible, ejecutado además por alguien que resultaba ser la antítesis de la violencia, de la severidad, y de la crueldad, el portador de la espada flamígera, la que corta y quema, el ángel, ese ser etéreo y bondadoso que flota en los nimbos que decoran el paraíso.

Ni mucho menos pudo imaginar que además, tras la expulsión llegaría la factura por los servicios recibidos, aquellos que siempre creyó gratuitos y que sin embargo no resultaron serlo, materializándose al terminar aquello que resultó ser tan solo un sumarísimo crucero de placer y no otra cosa. Factura además, vitalicia para todos sus descendientes. No pudo imaginar algo tan cruel. Creyó el hombre que el libre albedrío solo tenia sentido si era realmente usado, una herramienta que le dieron para utilizar y que resultó ser solamente una clave oculta del sarcasmo divino. No lo vio venir.

Tampoco la noticia del fallecimiento del gato, el pobre Bakunin. Ni tan siquiera la forma en que sucediese, en las fauces del perro lobo de los vecinos, el perro policía, el pastor alemán. Como hecho consumado, mi amigo no le dio la menor importancia al suceso; algo inevitable y en tiempo pretérito, sin posible modificación, un pasado mas o menos cercano, solo lamentó realmente las miradas de los niños temerosos del disgusto que la noticia iba a producir a quien les había regalado, y bautizado, el gatito hacia pocos meses.

!Bakunin ha muerto!. Pero aquello no iba con él, como la muerte de Dillinger en la película de Ferreri, que no tenia más relación con ella que el prestarle el titulo. “Dillinger e morto”.
Y sin embargo era una advertencia, una premonición que cualquier observador sensato no habría pasado por alto, desde la distancia en que suelen situarse los observadores, absolutamente diferente de la apreciada por quien vive los sucesos en primera persona. 

Cuando Cesar tiene su pensamiento secuestrado por el discurso que debe dar, por las replicas a los senadores de la oposición, no puede prestar la menor atención a los idus, ni al libelo delator que le han introducido en el bolsillo de la túnica. Absorto, no ve que la ausencia de Bakunin presagia la suya, y que las miradas lastimeras de los chicos no son la respuesta a la perdida de su mascota, sino a la inminente de su amigo. Ángeles que saben más de lo que aparentan, pero que no tienen capacidad para evitar aquello que sucederá a su lado, ni para evitar ser portadores de la espada de fuego cuando reciban la orden de blandirla. Parece que a Cesar lo apuñalaron casi todos, los cuarenta de Ayete, todos a una, generando unos lazos de sangre cuyas manos se encargaron de enlazar y compartir. Hermanos de sangre...ajena.

Los oráculos habían avisado con antelación, los niños lo hicieron a su manera, avisados sin duda por los rumores, los comentarios que escaparían a su mayores, mientras el pobre Adán seguía ajeno al cambio, al cielo que iba a derrumbarse sobre su cabeza por los siglos de los siglos. “Y no te vayas de rositas sin pagar lo que debes so pringao”.

Entiendo que lo del primer hombre, que no era el de Camús, y si el de barro que cantaba Enrique Guzmán, pertenece al mundo de los creyentes en un dios cruel y justiciero, y solo a ellos, aunque el episodio siga provocándome estupor e indignación. Diferente a lo de Cesar, que no El Cesar, que eso vino después cuando todos los navajeros quisieron ser sus herederos y se apropiaron el sustantivo convirtiéndolo en adjetivo, todo lo contrario a nuestros próceres que han heredado al generalísimo y a sus ángeles guardianes pero se cuidan muy mucho de usar el su excelencia en vano. 

Lo de Cesar parece que fue desgraciadamente cierto y tan solo nos queda la sospecha de la veracidad sobre la parte de leyenda que pueda tener el asunto de los idus. De la muerte de Bakunin y de la expulsión de mi amigo del paraíso aquel puedo dar fe. Ciertamente premonitorio el cadáver de la mascota, tanto como que el sujeto no fue consciente del aviso, como Cesar, aunque al final el resultado no fuese tan diferente, después de todo.

Tengo otra lectura del suceso aquel; al fin y al cabo, la expulsión del paraíso , sin necesidad de violencia ni torturas anejas, no fue otra que el paso de la ingenuidad adolescente, de la ilusión revolucionaria del tal Bakunin, a la madurez imperfecta o como sea que la llamen, del estado anímico en el que das por perdidos ciertos sueños de justicia, por inalcanzables, y comienzas a sentir en tu carne, a aprender en el estricto sentido de todo aprendizaje, doloroso e imperecedero, el mensaje atribuido a la sabiduría oriental, de que si a los veinte años no tienes corazón, a los cuarenta ni te digo....

Ahora comprendo que el destino de Bakunin gato no pudo ser otro que el de servir a alimentar la nostalgia de aquellos años, y que tenemos que estar agradecidos a que, a pesar de soslayar el aviso de esta Casandra, a la que acusamos de afónica más de una vez, el cambio que vino a continuación, no fuese tan definitivo como el de Julio Cesar, ni tan eterno como el de Adán. Al fin y al cabo una vida no da para tanto lamento, suele ser mas breve que cualquier siglo con sus pesares, y casi tanto, en brevedad como la del gato en cuestión. Si tiene otras seis escondidas, presumo que serán tan breves y felices como las del Francis Macumber del cuento de Hemingway, aquel iluso marido accidentalmente abatido por el rifle de su esposa durante una cacería de leones, o de gamusinos, en presencia del experto cazador, el macho alfa, quien iría después a prisión acompañando a la autora material de su viudez. Menos mal que allí, y entonces, no existía todavía la violencia de género y el cuento terminaba con el triunfo de la justicia.

En el caso de Julio, y en el del minino, los autores nos dan un destino dispar, tragedia inmortal la del romano, en versos de Shakespeare, y recuerdos nebulosos los del gatito en las fauces del perro de los vecinos fascistas (lo eran) en la memoria de un servidor. Del otro Bakunin no queda mas que la china en el zapato que fue lo que supuso para otra religión, el bolchevismo, en trance ahora de pasar a mejor vida, con un coste en vidas humanas discretamente mayor que el de la gripe española (que no lo era), y en almas, infinitamente menor que el causado por el pecado de Adán, cuya cuenta no ha terminado de incrementar su numero de victimas, todavía.
Y por cierto, también todavía sigo ignorando cual fue el pecado de Adán, y cual fue su magnitud para merecer semejante castigo, lo de la desobediencia no me sirve, y menos si considero que probablemente no originó consecuencia alguna irreversible, mas allá de la irritación-presumo temporal y transitoria- del poder de las fuerzas vivas.

Ahora el destino ha hecho otra de sus piruetas, y el alma de Bakunin, presumiblemente encarnada en otro felino de su especie, tropecientos siglos y kilómetros después, ha destripado a mi sapo, lo ha devorado sin dejarme otra cosa que las manchas de sangre en las losas del patio, como las de Cesar en el marmol del senado aquel; y vuelvo a sentir el aviso de algo que no puedo prever, y lo que es peor, en lo que no puedo creer. El presagio de los fanáticos llega a ocasionar que la maldición se haga realidad, como nos lo contaba García Márquez, y nos lo puso Alcoriza en pantalla. Pero es que ni siquiera tengo el titular de lo que va a venir. Ni entonces lo tuve, ni ahora cuando del sapo solo me queda el recuerdo de las manchas sobre el barro cocido, otra vez el barro.

P.D.-
1.- Los cuarenta de Ayete y el palacio de Ayete como testigo mudo de X (Veasé wikipedia que no estoy para que me rompan el espinazo otra vez).
2,. Quien a los veinte años no sea revolucionario es que no tiene corazón, quien continua siéndolo a los cuarenta es que no tiene cabeza. A eso Houellebecq lo llama sumisión en su novela, pero en fin....
3.- Bakunin, uno de los padres del anarquismo, se enfrentó a los marxistas en la primera internacional y estos se vengaron durante la guerra española. Todo el mundo lo sabe.
4.- He encontrado restos recientes en las losas del patio, cagarros inconfundibles con idéntico aspecto y tacto de esos cigarros que arden en el suelo completamente sin ser realmente fumados, prueba inequivoca de que otra generación de sapos sigue en la brecha. Hay futuro.
5.- Estos relámpagos del destino, epifanias dolorosas, no dejan de ser útiles, tanto los sufridos en carne propia, o próxima, como en esos hechos históricos, o ficticios, tanto da. Siempre que sepamos usarlos como enseñanza. Y ese es, sin duda, otro cantar.
6.- Hay avisos, hay Casandras y hay Jeremias que no cesan de avisarnos...con palabras. Los sordos tenemos un problema añadido, sin duda.
100 Kilos de Barro:

Con sólo barro lo formó
En su creación perfecta
Con sus dos manos modeló
Le dio la forma correcta

Y así fue que la creación
Llegó a su culminación
Ha creado a un hombre y de
Compañera a una mujer
Oh oh oh, una mujer
...
 (!Machista !)

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