martes, 29 de septiembre de 2009

CRÓNICAS DE UN VIAJERO APRESURADO # 4



-------------------------------------------------------------------
Crónicas de un viajero apresurado.-
Sensaciones.
1.- Oporto

Dicen que saudade es difícil de traducir y mas aun de entender para el extraño, algo así como el seny catalán. Y a uno no le queda mas remedio que ponerse a buscarla a lo largo del recorrido, con la premura del que sabe que el tiempo corre en su contra,-siempre lo hace-, y de que el sentido de la singladura no puede ser otro que el de la búsqueda de El Dorado, la de marcar el aspa en el impreso de la vida donde viene la lista de hitos imprescindibles.
Conste que no soy de esos, que ya he dicho en alguna ocasión que viajo porque no puedo evitarlo, como hormiga fuera del hormiguero. Pero si hay algo fuera del folleto turístico, de la oferta para el consumidor compulsivo, o de lo meramente tangible del asunto de patear una ciudad mas o menos extraña, pues ahí si, ahí no me importa el esfuerzo suplementario.
Y realmente funciona, lo de la saudade digo. La verdad es que la percibes enseguida. Desde el momento que tienes que pronunciarlo así, percibes, si quieres que te den percebes, porque si dices percebes estas diciendo que percibes y entonces, realmente estás fuera de juego.
Evidentemente que la saudade no es una parte fundamental en el humor lusitano, pero uno, que ha nacido en La Raya, y que ha pasado largas, interminables horas con el rostro, el bajorrelieve de Viriato clavado en la espalda, en sillas estilo remordimiento, con esas tallas sacadas de cualquier trono semanasantero, que nos han martirizado hasta la aparición de Ikea en el firmamento de la tortura doméstica,- ya le daremos su merecido a esta en otra ocasión- que uno, ya digo, tenia la saudade tan incrustada entre los omoplatos del alma, que no fue necesario otra cosa que la revelación, la sencilla e indolora constatación de que ya lo sabia. De que siempre he sido un poco portugués, también, y de que me siento en casa cuando tengo unos azulejos frente a mi o cuando un extranjero vecino, o sea menos extranjero, me mira de frente y me habla de Cristiano Ronaldo con tristeza, con la misma rabia, resentimiento y envidia con la que los cubanos hablan de los quedados (fuera) y con la implícita sensación de que el héroe, como el amor, cuando son perdidos, pasan a ser malditos en el mejor sentido.
-No hizo nada en Suiza. ¡Nada! Y con un solo gol suyo, Portugal se hubiese clasificado- Me repite el peluquero portugués, ignorando que no entiendo su idioma y que tampoco hace falta. Esta sea quizás otra faceta de ella, de la saudade, el que no haga falta entender ciertas cosas, tan solo presentirlas.
Me ha sorprendido el hecho de no encontrar el molesto agobio de la multitud que, para el peatón suele ser habitual, durante la estancia. Como si la densidad de los paseantes estuviese limitada en unos niveles máximos, por debajo de los cuales la vida puede ser agradable. Doy fe.
Sigo encontrando mendigos, menos que anteriores ocasiones, y mas especializados, como freakies sacados de “Freaks”, la de Tod Browning, y que tan solo he llegado a ver con profusión en la Atenas de los ochenta. Los nuestros son meros aficionados a su lado.
Y es esa sensación también, la de la sociedad del bienestar que permite ver rostros mas o menos felices, en un entorno mas que digno, cuando todo a su lado es cabeza perdida, como diría el poeta. Cuando las fachadas de las calles y el eslogan de las ciudades, no es otro que “Passa-se” “Aluga-se” o “Vende-se”, como si un país entero estuviese en almoneda, esperando la liquidación y el reparto definitivo, antes de cerrar la puerta de salida.( y es que hay puertas que solo admiten esa posibilidad cuando uno nace dentro).

En el diario lo dice bien claro 9.000.000 ciudadanos, de ellos 500.000 parados, aunque a mi me gusta mejor decir desempleados, el autentico caos. Bueno el autentico no, un caos pasadero y venial. Uno piensa que las cifras son solo para ser usadas en nuestra contra, como rayos flamígeros del ángel en el jardín del bien y del mal, solo que uno no está muy de acuerdo con que alguno se haya hecho el dueño de la espada de fuego, o sea de los números.
Según estos Andalucía con ocho millones de habitantes tiene más de ochocientos mil desempleados, en las mismas fechas, agosto de 2009, es decir, casi el doble en proporción a los del país vecino, del pobre país vecino que siempre ha servido de miserable consolación para los resignados. ¡Menos mal, que nos queda Portugal!
Según estos números deberíamos estar comiéndonos unos a otros, pero evidentemente no lo hacemos.
Según la OCDE, otros que tal, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, estas cifras, las andaluzas, no son reales. Al parecer no solo están infladas por el trabajo sumergido, etc.etc., sino que no tienen ningún valor contable, no tienen la menor fiabilidad según dicha organización. Lo cual no se si es un gran consuelo o es otra manera de aumentar mi desconsuelo. La percepción de la calle, desde luego que es bastante mejor, tiene mejor aspecto que la portuguesa , de momento hay menos carteles en las fachadas y todavía nadie se ha planteado salir a buscar trabajo al exterior, más bien a la inversa, siguen viniendo. Crucemos los dedos.
Reafirmando los tópicos, hay que admitir que la cocina sigue siendo excelente, los vinos, los tintos del Alentejo un descubrimiento a seguir, los quesos cremosos de la Serra da Estrela lo mas parecido que he probado a la extinta torta del Casar – los que disfruten de la actual son solo victimas del marketing, y bien que lo siento- y las carnes, al menos las rojas del norte son de lo mejorcito que pueda comerse a este lado del Atlántico. Del pescado mejor no hablar. La visita al mercado semanal de Espinho daría para otro, extenso, rato en este blog.
No obstante, lo que mas me sigue impresionando en cada escapada hacia la tierra de Viriato, es el hallazgo de pueblos o ciudades históricas en perfecto estado de conservación y con una característica que no encuentras en la mayoría de los entornos monumentales de nuestro país, están vivos. A la vez que admiras calles con mas de diez o quince siglos en sus aceras, compruebas que siguen sirviendo para su finalidad primigenia, el uso de sus ciudadanos. Sin quedar relegadas a la función de parque temático donde el turista solo verá otros turistas encerrados entre paredes de cartón piedra.
En esta ocasión han sido Braga, Barcelos, o Guimaraes, y Aveiro en menor grado. Aunque hay otra docena, al menos, esperándome para la próxima. Espero.

P.D.-
Conseguí probar el "Pao de Lo" que era mi objetivo inconfeso.
Muy rico.

-----------------------------------------------------------

2 comentarios:

  1. Ingredientes
    8 huevos
    300 gr de azúcar
    125 gr de harina


    Preparación
    1.
    Separar yemas y claras. Batir las yemas con el azúcar, cuanto más batido mejor. Añadir
    2.
    la harina y las claras a punto de nieve, PERO SIN BATIR, SOLO MEZCLANDO. Lo que hace
    3.
    crecer el bizcocho es el aire de las claras, ya que no lleva levadura.
    4.
    Ponerlo en un molde grande ya que crece bastante, previamente enmatecado y
    5.
    espolvoreado con harina.
    6.
    Meter en el horno previamente calentado 10 minutos antes a 180 º. Cuando se introduce el bizcocho se baja a 160 º, calor abajo y aire, durante 45 minutos


    Salud. Invita

    ResponderEliminar
  2. No es tan fácil. Además mi pretensión era mantener la incognita para azuzar a futuros viajeros a resolver, in situ, el enigma.
    Aunque se parece bastante a la receta de Astilla.
    En primcipio es la misma del bizcocho tradicional pero muy plano, no mas de un centimetro de altura. Lo que obliga a hornearlo en bandejas grandes para luego cortarlo o en moldes especiales para el relleno. Y esa es la gracia. El bizcocho original o bollo dulce tambien lo hemos probado en La Mancha con el nombre de Tortas de Alcazar y en Extremadura como Bolluelas. Pero sin relleno.
    Este es tan básico como el del pastel mas sencillo, la crema pastelera. Pero su textura, es mas liquda,parecida a la creme vainillada francesa o a las natillss de toda la vida. Pero aun hay mas. La ubicación de esta crema,dentro o debajo del bizcocho y la preservación de la capa superior,tostada, sin convertirlo en un trozo de esponja chorreante, lo hacen para mi un autentico misterio de la reposteria.
    Si consigo "el secreto" Astilla lo probará el primero.

    ResponderEliminar

Opinar es una manera de ejercer la libertad.

Archivo del blog