martes, 8 de junio de 2010

EXEQUIAS NUPCIALES EN MONGO. O EL CASO DEL HUEVO CON TRES YEMAS.


------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Exequias nupciales en Mongo, o el caso del huevo con tres yemas.


"Oigo, patria, tu aflicción,
y escucho el triste concierto
que forman, tocando a muerto,
la campana y el cañón;
sobre tu invicto pendón
miro flotantes pendones,
y oigo alzarse a otras regiones
en estrofas funerarias,
de la iglesia las plegarias,
y del arte las canciones.

Lloras, porque te insultaron
los que su amor te ofrecieron
¡a ti, a quien siempre temieron
porque tu gloria admiraron;
a ti, por quien se inclinaron
los mundos de zona a zona;
a ti, soberbia matrona
que, libre de extraño yugo,
no has tenido más verdugo
que el peso de tu corona!"


De la “Oda al Dos de Mayo” del malogrado (1) Bernardo López García

Hablando de patrias, dice Borges que los nacionalismos son siempre un abuso del gentilicio (2), igual que las democracias lo son de la estadística.

Aunque esté de acuerdo con lo primero, yo no diría tanto de lo segundo, el tratamiento politicamente incorrecto de la fe verdadera, el tono semidespectivo con el que trata a la democracia, aunque se lo perdono por lo mismo que a Ortega (el torero no, el otro) siempre le perdonaré que en “La rebelión de las masas” abunde en el tema.
Y es que, además de genios eran unos antiguos (y eso no mola), y no olvidemos que casi todos los genios, al menos los de verdad, con la senectud se hacen misántropos (3), inevitablemente, y se permiten ciertas opiniones sobre el mundo que solo se justifican si pensamos que están tan cerca de dejarlo, y les da tanta rabia y pena, que se convierten en el zorro que rechazaba las uvas, que no podía alcanzar, diciendo aquello de que “Están verdes”.

Ahora bien, la primera parte es digna de encomio: “Abuso del gentilicio”. A la que yo, inmodestamente, añadiría “Y de la ignorancia”

Porque, en la absurda pretensión de ir desgranando el racimo del patriotismo en gajos que caben en la mano primero y en bocados razonables después, llegamos a considerar como centro del mundo a nuestro ombligo, mas redondo y mas centrado que ninguno, y por supuesto a mi pueblo, e incluso hasta “La calle donde tu vives” que es una hermosa canción, dejando en el camino a multitud de vividores de la cosa esta del gentilicio, convertidos en expertos consumidores de huevos de tres yemas.
Mientras el resto, los ex - creyentes, nos afanamos en hacer una tortilla con solo las claras, la de los otros dos, a los que quitaron la parte central y gualda, pretendiendo que esta nos cunda para toda la familia.
Despues de pasarnos tanto tiempo, en nuestra proverbial ingenuidad, creyendo que todos los los huevos eran así, trivitelinos. (Y no pienso deciros que significa eso).

Por cierto que este plato, el de la tortilla blanca, de reciente aparición en nuestra cocina (nueva cocina de grandes chefs, los primeros del mundo, cosas veredes amigo Sancho) está huérfano de nombre.
Os invito a que lo bauticéis para así pasar a la posteridad gastronómica. Ya sabéis que “francesa” no vale, y “española” aunque lo sea, mucho menos. Pero quedan muchos otros gentilicios para ir probando.

Lo que si os puedo asegurar es que, crujientita, tan blanquita, con unos granos de sal gorda por encima, y unas gotas de vinagre (del de siempre, id olvidando los oscuros y espesos con gentilicio italiano, que son de otros tiempos, que se fueron) está de rechupete. Y es más, veréis como pronto se apuntan los expertos en nutrición a asegurar que es la más saludable del mundo, al estar exenta de colesterol y tal y tal.

Y es que lo de “que inventen ellos” también atribuido a Ortega (el torero no, el otro) tampoco es de recibo.
Que agudeza y arte de ingenio nunca nos ha faltado (Gracian), y que si. Aceptémoslo, somos pobres, pobres pero honrados.

Aunque de lo ultimo tampoco estoy yo muy seguro, visto lo visto, y mas vale que lo deje por hoy antes de caer en la misantropía que comienza a corroer mi alma. O lo que quede de ella, después de pagar las deudas.
¿Lograré llegar a pagarlas?

Mejor dejarlo.


(1).- Malogrado.- Participio de malograr. Se dice de la persona que muere joven. (Lo he buscado porque no entendía yo que la gente necesite de participios además de los dos apellidos).

(2).- Gentilicio: Adjetivo:
Se dice del sustantivo o adjetivo que expresa origen o nacionalidad. Participio. Ej. Español, andaluz, coineño (4).

(3) Misántropo. Sustantivo masculino y femenino:
Persona que aborrece y evita el trato con otras.

(Lo cual está muy mal. Lo de masculino y femenino, digo).

(4) Coineño: Me pregunta el corrector ortográfico de Windows: ¿Añadir al diccionario?. Que le den. Que no se entera.


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1 comentario:

  1. Lo de Borges y la democracia no sé si debe a la misantropía que citas o al hecho de que, en la democracia, no le puedes echar la culpa a nadie de nada.
    Habrá que reflexionar sobre ello.

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